Hoy se celebra el solsticio de invierno - en lengua rapanui Ta'u Ho'ou o - celebrada en Ahu Huri a Ureŋa en Rapa Nui, Isla de Pascua.
El cosmos ha sido observado y a menudo venerado por todas las civilizaciones antiguas desde el principio de los tiempos. Rapa Nui no es una excepción, ya que aquí se observaba el sol, la luna, los planetas, las estrellas, las constelaciones y su posición en el firmamento durante todo el año.
En el pasado, eran los maoríes u'i hetu'u o expertos en estrellas quienes reconocían que la aparición de tal o cual estrella en el cielo o su cambio de posición coincidía con determinados fenómenos naturales en la tierra y en el mar.
La posición de las estrellas en el cielo determinaba el momento adecuado para la siembra o la cosecha, la llegada de las aves migratorias, las tortugas, el desove de ciertos peces y otros aspectos de la naturaleza, y también eran especialmente importantes para la navegación. Para cada ocasión especial, había ceremonias en lugares sagrados, los ahu (altares).
Entre las constelaciones más importantes está la de las Pléyades, conocida como Matariki en Rapa Nui. Las Pléyades aparecen con la primera luz del amanecer e indican el comienzo del solsticio de invierno.
La celebración de la aparición de las Pléyades tenía lugar en Ahu Huri a Ureŋa, un altar con alineación astronómica erigido perpendicularmente a la línea azimutal, la línea imaginaria que une la salida y la puesta del sol en esta fecha y que marca la noche más larga del año.
Los antiguos rapanuis aprendieron a distinguir los solsticios y equinoccios mirando las estrellas y así reconocer las diferentes estaciones. Para cada estación, había ceremonias y rituales especiales para dar las gracias y atraer las fuerzas positivas.